por Néstor Muriel | Jul 26, 2016 | Reflexiones
Aquí nos podéis ver a los dos, sonrientes, mientras esperamos la cola de una administración casi a la hora de comer. Él, un niño de 11 años que está cumpliendo su sueño (¡Disco de oro! No tenía ni idea, la verdad. Pero la mirada orgullosa de su padre a su lado lo dice...